La presidenta del Banco Central de Cuba (BCC), Juana Delgado Portal, confirmó este jueves que la nueva normativa que oficializa la dolarización parcial de la economía funcionará como un “paraguas legal temporal”, aunque admitió que el objetivo final sigue siendo restaurar un sistema monetario donde el peso cubano vuelva a ocupar el centro. El anuncio llega justo después de la publicación del Decreto-Ley y tres resoluciones complementarias en la Gaceta Oficial del 11 de diciembre, que abren la puerta a que Mipymes, cooperativas y trabajadores por cuenta propia puedan cobrar y operar en dólares y otras divisas. Dolarización “por un tiempo”, pero aplicada desde ya “Se fija un plazo temporal porque no hemos renunciado a recuperar un entorno monetario donde el peso sea el centro”, declaró Delgado Portal. Sin embargo, el nuevo sistema profundiza la presencia de divisas en la economía diaria y establece mecanismos que, en la práctica, consolidan una estructura de doble moneda aún más compleja que la existente. Mientras se insiste en que la prioridad es “rescatar” el peso cubano, las medidas apuntan a gestionar —y captar— una parte de los dólares que hoy se mueven fuera del circuito estatal. El nuevo corazón del sistema: las ACAD El Gobierno reemplaza las antiguas “cuentas con capacidad de liquidez” por las Asignaciones de Capacidad de Acceso a la Divisa (ACAD), un mecanismo mediante el cual el Estado asignará divisas a actores económicos que las necesiten para actividades “prioritarias”. Cada autorización deberá estar respaldada por fondos provenientes de la Caja Central del Estado, y los beneficiarios deberán adquirir la divisa en el mercado oficial, que hoy tiene una tasa casi cuatro veces inferior a la del mercado informal. Un 20% obligatorio: la medida que más tensiona al sector privado Para alimentar esa “Caja Central”, el Gobierno ha impuesto una medida que afecta directamente a las Mipymes y a quienes operan cuentas en dólares en bancos estatales: deberán venderle al Estado el 20% de su saldo en divisas, al tipo de cambio oficial. La decisión implica pérdidas inmediatas para el sector privado, que deberá desprenderse de dólares a una tasa muy por debajo de su valor real en la calle. Aun así, el Gobierno defiende que estas medidas fomentarán: las exportaciones, la sustitución de importaciones, el comercio electrónico hacia el exterior, y la creación de canales legales para acceder a divisas. Cinco principios rectores del nuevo sistema de acceso a divisas Estimular ingresos por exportaciones. Fomentar la sustitución de importaciones. Generar mecanismos legales de acceso a divisas. Impulsar las ventas y servicios a través del comercio electrónico en el exterior. Ajustar la asignación de recursos a las necesidades reales del país. Fuentes de divisas consideradas legítimas incluirán exportaciones, ventas en la Zona Especial del Mariel, financiamientos externos, pasarelas de pago internacionales y compras en el futuro mercado oficial. ¿Se acerca el esperado mercado cambiario flotante? La presidenta del BCC adelantó que las medidas publicadas el 11 de diciembre son el piso legal para la próxima gran promesa del Gobierno: el relanzamiento de un mercado cambiario oficial con tasa flotante. Expertos y actores económicos llevan meses anticipando este movimiento, que implicaría dejar atrás la actual tasa fija de 120 pesos por dólar, considerada inoperante y desconectada de la realidad del mercado. El anuncio podría llegar en las próximas semanas o meses, marcando un giro decisivo en la política monetaria del país. ¿Temporal o estructural? Aunque las autoridades insisten en que la dolarización parcial es un recurso temporal, la profundidad de las medidas y el nivel de dependencia actual del país respecto a la moneda dura apuntan a un proceso mucho más complejo. Por ahora, el nuevo “paraguas legal” no solo redibuja el mapa monetario cubano, sino que también redefine la relación entre el Estado, las Mipymes y la divisa que mueve la economía real dentro de la isla.