El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) anunció la inminente deportación de Robert Santiesteban, un ciudadano cubano con antecedentes penales por tráfico de drogas, posesión ilegal de armas y robo de servicios, en un caso que se ha convertido en ejemplo de la línea dura migratoria de la actual administración de Donald Trump. La noticia fue confirmada este domingo por la oficina de ICE en Nueva Orleans a través de la red social X, donde concluyeron el comunicado con una frase provocadora: “Él lo llamaba traficar. Nosotros lo llamamos billete de ida”. ¿Quién es Robert Santiesteban? Santiesteban fue condenado previamente por la fabricación y distribución de sustancias controladas, un delito grave en Estados Unidos. A su historial se suman cargos por posesión ilegal de armas y robo de servicios, configurando un perfil que lo coloca en la mira directa de la política migratoria actual, que prioriza la expulsión de inmigrantes con historial criminal. La deportación se enmarca dentro de la ofensiva migratoria intensificada por Trump, centrada en “limpiar” el país de inmigrantes ilegales y especialmente de aquellos con antecedentes penales. Deportación como mensaje político El tono sarcástico del comunicado no fue casual. ICE ha elevado su retórica en los últimos meses, utilizando redes sociales para enviar un mensaje directo a quienes residen ilegalmente en EE.UU. y han violado la ley: no habrá segundas oportunidades. “Se aplicará toda la autoridad legal disponible para expulsar a estas personas del país”, indicó un vocero de ICE. En casos donde el país de origen se niega a recibir al deportado, Estados Unidos los reubicará en terceros países, como ya ha ocurrido con varios cubanos enviados recientemente a Sudán del Sur, Esuatini o México. Casos similares: otros cubanos en la lista negra La detención de Santiesteban no es un caso aislado. ICE también arrestó a Eduardo Luis Machín Pozo, de 64 años, con condenas por tráfico de drogas y posesión de marihuana en Alabama. En la misma redada fue detenida Lianet Peña Font, quien había cumplido una condena federal por conspiración para distribuir más de 500 gramos de cocaína. Cuba no los quiere de vuelta Aunque las deportaciones han aumentado, el régimen cubano ha mostrado resistencia a recibir a ciudadanos con antecedentes penales o que abandonaron el país antes de 2017. Esto ha obligado a EE.UU. a buscar alternativas internacionales, enviando a migrantes “no deseados” a países del Caribe, África o incluso Centroamérica. Hasta diciembre de 2024, más de 42 mil cubanos tenían orden de deportación definitiva. En lo que va de 2025, se han realizado siete vuelos de deportación hacia Cuba, con al menos 118 personas en el más reciente operativo aéreo. Una advertencia con nombre y apellido El caso de Robert Santiesteban se convierte en símbolo de la política de “cero tolerancia” de Trump, y en advertencia para otros migrantes con historial delictivo: la puerta de salida está abierta, y el “billete de ida” ya tiene nombre, fecha y destino.