La tranquilidad habitual de la zona de los elevados en Bayamo, provincia de Granma, se rompió en segundos cuando una grúa estatal terminó incrustada en dos viviendas particulares y un kiosco de venta, tras una maniobra de emergencia que pudo terminar en tragedia. Según testigos y reportes compartidos en redes sociales, el conductor del vehículo intentó esquivar a un ciclista que, presuntamente, ignoró una señal de “Pare”. La maniobra desesperada provocó que el pesado camión se saliera de la vía, deslizándose sin control hasta colisionar con las estructuras. Milagro sin víctimas A pesar del nivel del impacto, no se reportaron víctimas fatales, lo que muchos en la comunidad consideran un auténtico milagro. El conductor sufrió algunos golpes menores, pero su estado de salud es estable. Las imágenes del siniestro, compartidas por el usuario José Andrés Arias Artal en el grupo de Facebook “ACCIDENTES BUSES & CAMIONES por más experiencia y menos víctimas!”, muestran la magnitud del daño: paredes desplomadas, techos comprometidos y un kiosco verde completamente destrozado. No fue un hecho aislado Este accidente se suma a otro trágico ocurrido en la misma provincia días antes, en la carretera entre El Patio y Figueredo (Guisa), donde dos personas murieron y varias resultaron heridas en un violento choque. Ambos eventos han encendido nuevamente las alarmas sobre la crítica situación de la seguridad vial en Cuba, especialmente en zonas rurales. Las causas se repiten: imprudencias al volante, vehículos con desperfectos, calles sin señalización, iluminación deficiente y carreteras en estado deplorable. Una realidad que no se puede tapar Mientras las redes sociales se llenan de fotografías y mensajes de preocupación, el silencio oficial persiste. No hay informes detallados del Ministerio del Transporte ni pronunciamientos de las autoridades provinciales, más allá de lo mínimo indispensable. Los ciudadanos, por su parte, empiezan a cuestionar en voz alta: ¿Cuántas casas más tienen que ser arrasadas para que se tomen medidas reales? ¿Cuántas muertes más antes de que se invierta en infraestructura vial? Más que un accidente, un síntoma Este nuevo episodio en Bayamo no es solo un accidente aislado: es un reflejo de una crisis estructural. Un país donde los vehículos circulan sin mantenimiento, los choferes deben improvisar para evitar tragedias, y los peatones cruzan por falta de semáforos o señalización adecuada. Y mientras tanto, los que deberían prevenir siguen esperando a que ocurra el próximo titular viral para fingir preocupación. Porque en Cuba, lo que se estrella en la vía no es solo una grúa: es la esperanza de que la seguridad ciudadana algún día sea prioridad real.