Una escena que parece salida de una sátira terminó siendo parte de un reporte policial real en Florida. Patrick Francis Mitchell, un jubilado de 70 años, fue arrestado luego de que las cámaras de seguridad lo captaran orinando sobre decenas de productos en un Sam’s Club de Lady Lake, causando la destrucción de mercancía valorada en más de 10,000 dólares. El incidente ocurrió en el pasillo 18 del supermercado, donde Mitchell se detuvo frente a las estanterías de conservas, se bajó el cierre y, sin preocuparse por su entorno, comenzó a orinar sobre 188 latas de salchichas Vienna y 345 latas de Spam. Las autoridades calificaron su conducta como un acto de "alteración del orden con daños económicos considerables". Según explicó el detective Ronnie Williams del condado de Marion, el acto fue deliberado y no hubo señales de confusión o desorientación. “Se mantuvo en posición por varios segundos, luego caminó tranquilamente hacia la sección de snacks, se sentó en un sillón de exhibición como si nada y más tarde pasó por caja para pagar sus compras”, detalló. La identidad de Mitchell fue confirmada mediante su tarjeta de membresía de Sam’s Club, que coincidía con los registros de su licencia de conducir. Fue detenido días después en su casa del Village of Piedmont, una comunidad de retiro conocida por su tranquilidad… hasta ahora. Reacciones en cadena: desde el asombro hasta la risa amarga El hecho no tardó en viralizarse. En redes sociales, la historia generó un aluvión de comentarios, desde indignación por el desperdicio de alimentos hasta bromas sobre el regreso del infame estereotipo del "Florida Man", ahora en versión geriátrica. "¿Qué sigue, abuelitos lanzando yogur desde drones?", se preguntó irónicamente un usuario en X (antes Twitter), mientras otros exigían castigos ejemplares por tratarse de una conducta pública ofensiva que además afectó productos de consumo básico. Algunos se solidarizaron con los empleados del local, que debieron retirar y desechar más de 500 productos en perfecto estado por razones sanitarias. La tienda no ha ofrecido comentarios oficiales, pero fuentes cercanas a la administración indicaron que el daño superó los 10,500 dólares. Consecuencias legales y más preguntas que respuestas Mitchell enfrenta cargos por alteración del orden público y daño a la propiedad. Aunque se declaró inocente ante un juez del condado, fue liberado bajo fianza de 3,000 dólares. El proceso continúa, y podría enfrentar sanciones más severas si se comprueba intención maliciosa. No está claro qué motivó al anciano a actuar de esa manera. No hay antecedentes penales ni reportes médicos vinculados a comportamientos erráticos, aunque su defensa podría alegar algún problema de salud mental o urinario. Lo cierto es que este peculiar episodio ha puesto nuevamente bajo el reflector a Florida, tierra de titulares imposibles, donde la línea entre lo absurdo y lo real parece borrarse con frecuencia inquietante. ¿Fue una protesta silenciosa? ¿Un lapsus geriátrico? ¿O simplemente un acto de puro desatino? Por ahora, Patrick Francis Mitchell ha pasado a formar parte de una larga lista de incidentes que convierten lo cotidiano en noticia. Y, sin proponérselo, también en tendencia.